Cartas a Natalia
Vadim
Nació en un Hospital sin nombre de la Rusia post soviética, hijo de Natalia, una
dependienta soltera, de 27 años, y de un conductor. Padecía una malformación
congénita y fue operado nada más nacer.
A los cinco días, su madre firmó la renuncia y el bebé pasó a la tutela
del Estado.
Al
cabo de unos meses, Esperanza y Alfonso, que tienen ya dos niñas, viajan a Rusia y adoptan al bebé.
Antes, han tenido que pasar por un pequeño calvario burocrático aquí y allí,
como tantas parejas de adoptantes en el extranjero.
Esperanza, siempre soñó con adoptar un niño, pero nunca
se paró a pensar en la otra parte de esa historia a tres bandas....
A
medida que el proceso de adopción avanza, la futura madre adoptiva establece en
su pensamiento una especial relación con Natalia, y es a ella a quien dedica
esta historia..... La historia real de un proceso de adopción “contado” a la
madre biológica, desde el agradecimiento y desde el cariño. La pequeña historia
de un niño que nunca la olvidará....
“Tus razones son espesas nubes negras que mojarán tu
memoria, que inundan mis pensamientos tratando de hallarlas; que mojarán también los ojos de mi niño
incluso cuando sea un hombre. Sus ojos grises llorarán un día tu ausencia; su
mirada se perderá un día en la mía buscando en realidad tu cara; Yo sólo podré
decirle que te llevo en mi corazón, y mi boca secará con besos sus lágrimas…
“
Espero que un día no muy lejano él pueda encontrarse cara a cara, frente a la persona que le dio
la vida y no sienta que no siente nada…
Gracias Mariaje, le echaremos un vistazo en cuanto podamos!!
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